Medita En Esto

En una ocasión los discípulos discutían entre sí sobre quién sería el mayor al llegar al cielo.  La disputa se basaba en quien se sentaría a la diestra del Señor Jesús.  Esta parece ser la meta de toda persona hoy en día, llegar a ser el mayor, el mejor.  A los niños se les enseña desde una temprana edad a tratar de ser el mayor en sus deportes, academia, etc.  y los premiamos por destacarse.  Sin embargo, Jesús les da una repuesta algo curiosa a los discípulos en aquel entonces.  Jesús les dice: “Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos… porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.”  Estas palabras parecen confusas y no tener sentido, especialmente en medio de la sociedad en la cual vivimos.  Cada cuatro años se llevan a cabo las olimpiadas donde se reúnen atletas de todas partes del mundo con un solo objetivo, lograr una medalla de oro.  Y aunque existen otras medallas como la de plata y bronce, todos aspiran a una sola cosa, el oro.  Sin embargo, estos grandes logros, rápido son olvidados al llegar las siguientes olimpiadas donde se coronaran nuevos ganadores.  Entonces, ¿Qué es lo que el Señor quiere decirnos con estas palabras?  La verdad es que estas palabras son palabras llenas de sabiduría y entendimiento.  Lo que Jesús nos quería decir es que la única manera de verdaderamente ser grande en los ojos de Dios es servir y ser humilde.  El que no sabe como servirle a otro, nunca podrá ser servido por otros.  No es que Jesús estaba tratando de poner hacia un lado la importancia de tratar de sobresalir, sino la manera en la cual tratamos de sobresalir.  Si sobresalir implica hacer que otro se sienta mal o despreciar a tu prójimo, el Señor Jesús te dice que terminarás siendo el último, pero si tratas a tu prójimo como a ti mismo y le sirves, la Biblia dice que terminarás siendo el más grande de todos, aunque en esta tierra nunca te lo reconozcan.  Lo tremendo es que el galardón que el Señor Jesús te ofrece no es pasajero.  Nunca se olvidara ni pasara porque no es dado por un hombre sino por el Rey de Reyes y Señor de Señores, nuestro Señor Jesús.  Por esta razón lo más importante no es lo que se logra aquí, sino lo que se logra en el cielo.  Por esto lo más importante es ser el primero con el Señor aunque implique ser el último aquí en la tierra.     Medita en esto…


Leave a Reply