Medita En Esto

En un abrir y cerrar de ojos se convirtió en prisionero de sus peores enemigos.  Sansón estaba tan confiado en sus propias fuerzas, que descuida a quien le había dado las fuerzas, Dios.  Sus enemigos lo tomaron y le quitaron los ojos, le raparon la cabeza de donde supuestamente venia sus fuerzas y lo exhibieron ante todos como la derrota más grande en la historia de los Israelitas.  Fue bajo estas circunstancias, que Sansón se da cuenta del error tan grande que había cometido.  Tu vez, cuando a nosotros nos va bien y aparentemente tenemos todo lo que necesitamos, nos descuidamos de lo que verdaderamente tienen valor – nuestra relación con Dios.  Fue en el momento más oscuro de la vida de Sansón que él llega a la realización de que lo más importante en su vida era Dios.  Sansón se había confiado en sus propias fuerzas, pero que bueno que Dios es un Dios de segundas oportunidades.  En el momento cuando Sansón realizó que necesitaba a Dios, la Biblia dice que clamó a Dios diciéndole: “Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego…”.  Dios le escuchó y le devolvió las fuerzas para poder derrotar a sus enemigos una última vez.  Si tu vida está llena de errores y fracasos  y parece que estas en un lugar de derrota, si tan solo clamas a Dios Él se “acordará” de ti como lo hizo con Sansón, porque Dios es un Dios de segundas oportunidades…   Medita en esto…


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