“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Esta es la promesa que Dios le da a Su pueblo hace más de 2,500 años atrás. Lo curioso de esta promesa, no es que Dios tenga pensamientos de paz y no de mal hacia nosotros, sino que Él nos dará el fin que nosotros esperamos. La pregunta entonces es ¿Cuál es el fin que esperas? Has notado que muchas personas hoy en día tienen una actitud pesimista y de derrota. Para ellos, nada les sale bien ni puede salir bien porque esa vida simplemente no es para ellos. Ellos piensas que todo lo que hacen siempre les sale mal. El valor que ellos tienen de sí mismos es mucho menos que el valor que Dios tiene de ellos. Aparentemente, la vida los ha golpeado tanto que han decidido simplemente rendirse y decir, no espero nada bueno. ¡Qué triste! Lo tremendo de todo esto es que Dios sigue teniendo pensamientos de victoria y no de derrota hacia nosotros, pensamientos de paz y no de mal. Por esta razón el Salmista dice: “Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.” Tu vez, cuando tú te enfocas en lo que Dios ha hecho para ti, entonces no te afanarás por lo que no ha hecho. Cuando sabes que Él tiene pensamientos que te llevarán a una vida más fructífera en Él, entonces descansarás cuando los demás se preocupan. Esto fue lo que motivó a Pedro dormir en la cárcel mientras el Rey Herodes tramaba su muerte. La Biblia nos dice que la iglesia oraba sin cesar por Pedro, pero Pedro dormía tranquilamente en la cárcel. ¿Por qué? Porque Pedro entendió los pensamientos que el Señor tenia hacia él. Y aunque no hubiera terminado de la manera que él esperaba, sí terminaría de la manera que Dios lo esperaba. Por eso la Palabra de Dios nos dice: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestro pensamientos.” La próxima vez que pienses que nada te sale bien, acuérdate quien más está pensando en ti y que Sus pensamientos prevalecerán siempre. Por eso Su Palabra dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…” Medita en Esto…